Abstract The Basque Country, which has a strong Catholic tradition, has experienced in recent years a process of “disbelief" that places it as one of the territories most distanced from religion in Spain. Added to this is the fact that such distance regarding religion is also combative, that is, not only almost 50% of the population declares themselves as “non-believers” but their attitude towards the Catholic church is clearly of rejection. In this context, the rest of the religions, whose percentages, being still very low, are increasing, are placed in a position of minority not only numerical but also social. In this paper we seek to understand to what extent, in a context of pronounced secularization, this minority position affects both the beliefs and the way of living of Protestant people in general and, specifically, evangelicals. Conducted by means of in-depth interviews with Evangelicals, both Latin American and indigenous, in Bilbao, the first results point to interpretive autonomy, an ambiguous assessment of diversity and the privatization of religious experience as the most relevant characteristics.
Resumen El País Vasco, de tradición fuertemente católica, ha experimentado en los últimos años un proceso de “descreencia” que lo sitúa como uno de los territorios más distanciados de la religión de España. A ello se suma el hecho de que la distancia respecto a la religión es, además, combativa, es decir: no solamente casi el 50% de la población se declara como “no creyente”, sino que su actitud hacia la Iglesia Católica es claramente de rechazo. En este contexto, el resto de las religiones, cuyos porcentajes (siendo aún muy bajos) van en aumento, se sitúan en una posición de minoría no únicamente numérica, sino social. En el presente trabajo nos acercaremos a conocer hasta qué punto, en un contexto con una secularización tan acusada, esta posición de minoría afecta tanto a las creencias como a la forma de vivirlas de las personas protestantes en general y, específicamente, de las evangélicas. Realizado en Bilbao a partir de entrevistas en profundidad a evangélicos, tanto latinoamericanos como autóctonos, los primeros resultados apuntan a la autonomía interpretativa, a una valoración ambigüa de la diversidad y a la privatización de la vivencia religiosa como características más relevantes.